Es madrugada y tocas con delicia,
mi desnudez expuesta a tu mirada
y bailando, al compás de esa caricia,
tu piel con mi piel es calentada.
Y mi cuerpo agitado a ti se empalma
y alocado cuando besas mis senos,
sientes correr el tóxico en el alma,
bebiendo insensatez en mis venenos.
Y te calientas, cuando dentro me amas,
al apretar mi pecho con dulzura,
y te quemas, lujurioso, en las llamas
al elevar mi talla hasta tu altura.
Son goces disfrazados de tortura,
mi boca con tu boca en duro nexo,
tu cintura aplastando mi cintura
y morirnos de asfixia, haciendo sexo.
Autora:
Amelia Suárez Oquendo
Ameliana
7 de diciembre de 2015