Entonces desperté, aun era primero de diciembre, me sentí confundido, que ocurrió? una confusión tremenda me asalto te busqué pero no di contigo, busqué algún mensaje tuyo pero no encontré nada, no había ninguna señal de ti, busqué alguna fotografía tuya y no encontré nada, entonces sentí miedo, mire la fecha y seguía siendo primero de diciembre exactamente eran las ocho de la noche, sentí como se me oprimía el pecho intenté negarme ante la idea, ante la simple idea de que quizás tú, solo quizás! habías sido un sueño, y es que solo así se explicaría tu incomparable sincronía con mi ser, totalmente idéntica en muchos aspectos, eso explicaría que mi mente te haya recreado tan bella, hecha a mis gustos y con las virtudes que mas amo en una mujer, nuevamente lo sentí, ahí estaba oprimiéndose en mi pecho, era ese sentimiento, esa sensación de vacío, no puede ser exclamo mi corazón un calor abrasador me sofoco, comencé a respirar agitado, mientras refrescaba el sudor de mi frente, camine unos pasos hasta el lavabo de mi tocador, y refresque mi cara con el agua, cerré un momento los ojos y pude sentirte detrás mío, abrí los ojos y me di media vuelta, una brisa cálida me sobrecogió, entonces suspire, estaba desesperado, un nudo se fue formando en mi garganta; sera posible pensé, quise llorar, pero de nada sirvió, mas que triste me sentí frustrado, me sentía molesto, quería volver contigo, quería volver a soñar, seguir en lo que habíamos quedado, pero me fue imposible vi el reloj estaban a punto de ser las 9 y yo seguía abrazando la idea de que eras real, el miedo se apodero de mi entre en pánico y lloré, que cruel tormento hice para merecer esto, estaba en la cima, había encontrado a mi musa, ahora melancólico y al borde de la locura yacía con una mueca de dolor, quería cerciorarme que no eras real, pero algo en mi corazón me decía que existías, era algo más fuerte que la razón misma y no descansaría hasta encontrarte, hice remembranza de todo lo que sabia de ti, cada aspecto de tu vida, cada detalle, repase todo aquello que recordaba, pero llegue a un punto en que me di cuenta de que todo lo que recordaba de ti, no era mas que todo aquello que mi subconsciente deseaba, todas las virtudes, los defectos, todos y cada uno de los aspectos de tu personalidad, no eran mas que los míos, y es que en su desesperado intento de encontrar el amor mi subconsciente invento a alguien tan parecido a mi que pudiera amarme como sólo yo, como sólo tú, sabrías hacerlo.