Llegaste silbando;
Y me miraste con esos ojos enormes
Que cual sombrero tienen tus risadas pestañas,
Llegaste silbando,
A mis brazos torpes
Trayendo episodios que no extrañas.
Llegaste silbando;
Y recordé cuando regordeta
Te trajeron luego de nacer;
Llegaste silbando,
Y con tus gestos y muecas que mi corazón inquieta
Refrescaste mi alma y la hiciste renacer.
Llegaste silbando;
Con ese sonido que más que silbido
Es un ruido tierno y extraño,
Llegaste silbando;
Bloqueando el desgano y la incertidumbre que me tenían en vilo
Y me hiciste entrar en tu mundo tierno que amo.