Oye,
viejo amigo,
te echo tanto de menos.
Echo tanto de menos
tu sentimiento en mí,
tu forma de hacer el mundo
como si mereciera la pena.
Echo tanto de menos
la pasión que tus cuatro letras
hacían de mí
una formidable persona.
Ay, amor,
cuánto me has dado,
cuánta locura.
Te necesito esta noche,
te necesito más que nunca,
vuelve a mí
como al comienzo
como cuando éramos uno.
Ay, amor.
Te echo tanto de menos.