Manos santas y milagrosas
que supieron abrazar
que sanaron a enfermos
que escribieron un final.
Manos que se levantaron
al cielo para adorar a Dios
todo poderoso y para pedir
por toda la humanidad.
Manos que multiplicaron
de la muchedumbre el pan
que acariciaron los niños
que apaciguaron el mar.
Manos que sobre la arena
escribieron sin mirar cuando
a una mujer juzgaron
porque la querían matar.
Manos que con dolor por los
golpes del guardián,
llevaron su cruz a cuestas
donde lo iban a crucificar.
Manos que soportaron
esos clavos de maldad
donde su sangre ha brotado
para limpiarnos del mal.
Manos de mi Jesucristo
manos limpias de maldad por
que nunca en ellas el pecado
Jesús del cielo las dejo llegar.