Viajare en tus sueños
dejándote mis besos en mi viaje como
en una fantasía, sin egoísmo dejare que los
disfrutes y en el silencio de la noche recogeré
tus caricias que siembras en el jardín
de los apacibles enamorados; pediré al hada
que las ennoblezca; y al guerrero de mil guerras
sugerirle que su escudo cubra tus pesadillas
y mantenga el reflejo de un mundo mágico;
serás la musa de los sueños en un desafío mitológico,
y en ese viaje derramaremos nuestro amor en un
escalonado anochecer de alegrías destellante.
(Rodrigo Rodríguez Figueroa – Imágenes tomadas de la web).