Compartir la poesía
no es lucha, sino amistad,
es compartir la alegría
es aprender a soñar;
es expresión de armonía,
convivencia de verdad;
una sutil cofradía,
honesta fraternidad;
compartir cuánto sentimos,
establecer franca unión
es vivir como vivimos
con una sola intención:
ser ese grupo de amigos
del alma y de corazón...