El amarillo sol
ya no arde,
se fue tristón
con la tarde.
.
La tarde mansa
se vuelve oscura
y con rayos de plata
sale la luna.
.
La luna brillante
alumbra serena
junto a la luz titilante
de millones de estrellas.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela