Si tú supieras cuántas veces,
dentro de mi apartado silencio
en ti pienso, en tu figura,
tanto que yo he pensado,
después de tantos años
y parece que han sido meses.
No logro separarte de mi mente.
El amor es viajero cuando no es real
y he jugado con fuego no pensando
que me pudiera quemar.
He dejado este amor que no es juego.
Que ha sido un infeliz calvario,
el tiempo ha pasado,
sin fechas ni calendarios.
He puesto a tu memoria cohibida,
las veces que amando
tanto hicimos, porque hay recuerdos
que no se olvidan, por mucho
que su imagen ha crecido.
Si hallara la forma para olvidar
y lo que hago es pensar
que pudieras regresar.
Si en la vida uno a veces pudiera
dejar la mente en blanco,
sin pensar que el mar es mar
no porque quiere.
Es que todo sucede por algo
que hay que a razonar.
Yo sólo quiero pensar en ti de nuevo,
aceptar que tú fuiste en mi vida
el apagado fuego.
Este amor tan loco,
que sembré en mi alma
para quererte a ti,
dime si ¿es mucho o fue poco?
yo a ti también calma ofrecí
a cambio, nada recibí.
Voy navegando por lugares,
buscando el atardecer
de unos ojos claros
que me supieron querer.
Por ellos mucho he buscado
en el mar de mi vida,
sólo pasión he hallado,
porque en mi alma
no está prohibida.
Este amor es sueño pasajero
llega velozmente y se va
perdiéndose como ese lucero
que apaga de luces las noches
como carcelero.
Este amor tiene su condición.
Todo hemos tenido un amor
que hace perder la razón.
Mi amor corre
como apasionado viento
y se esconde dentro de mí,
fundiendo adversidades
como él quiere.
Este amor es tan grande
que muchas veces da fuerzas
y otras me hiere.
Lo esconderé…
para jamás perderlo
porque este es el amor
que toda mujer prefiere.