Absorto, el florero límpido veo,
a trasluz dos pececillos nadando,
se notan que son felices jugando,
moviéndose, el gato y su ronroneo.
Tiempo soez e incesante; siseo
y se eterniza el tiempo, cavilando
cojo un libro, quiero leer tratando
de hacer corto el espacio, galanteo
con la pecera admirando el tesón
conque agita sus aguas, dando vida
a sus huéspedes que sin dilación
se lanzan raudos sobre la comida,
es obsesionante mi fijación,
que le llamo, locura concebida.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MÉXICO, Dic.8/15