Tu piel contra mi piel me atraviesa,
envuelve mi alma, y en mi cuello,
tus susurros de miel atormenta.
Ni un solo te quiero me besa,
no hay nada más que tu acción,
oscuridad, silencio, frío.
Tu latir me da calor,
y una bomba, tuya y mía,
en el medio de los dos.