Ambivalentes emociones,
dispersas juguetean en el alma,
oprimiendo algún viejo sentimiento,
que de la nada se escapa,
y aturde al corazón,
como la luz del sol,
se difunde hasta la tierra,
como el monte elevado,
que aspira tocar el cielo,
como corrientes de agua viva,
así te siento florecer,
mis oídos perciben el rumor,
de aquellas notas que ya casi olvidaba,
entre lágrimas y risas,
como una mañana del invierno,
se eleva el pensamiento hasta el recuerdo,
te miro……
como si jamás te hubiera visto,
mi mente dibuja narcisos amarillos,
júbilo de la razón,
que conmueve mi fragilidad,
abro mis ojos y me hipnotiza su belleza,
de gozo canta el poeta,
cuando su efímera naturaleza,
le muestra su nobleza,
sedienta de un manantial,
que refresque la aridez de sus letras,
abandono que lo lleva a la tristeza,
aunque es circunstancial,
ahora le sirve de inspiración,
perpetua la poesía,
desnuda sin pudor,
gimen las rimas,
te escucho…..
un sonido lejano que se agota,
muere el tiempo,
se esfuman las golondrinas,
elevan su vuelo al infinito,
vaga débil mi musa,
en el pasado se ha quedado,
llega un nuevo cumpleaños,
viajando en el tren de la vida,
no se detiene aun,
te busco….
en un latido de mi corazón.
Colombiana.-