Allá, detrás de una intensa nube de nubes, de la densidad inmensa de la niebla en la que me detuve, de la extensa frialdad donde no me hace daño la crueldad del corazón que tuve; mandé allí, detrás del telón cierta parte de mi pasión, nunca la de por tu arte, sino la que a diestro y siniestro me reparte extinguiendo todas las partes del obscuro tambor que late en lugar del corazón. Es duro cruzar el más pequeño renglón, me hace despertar cosas que escondo en mi apagón, son tan hermosas que lo que siente mi alma lo califica de maravillosa, pero eres tu quien me invita a abandonar entre prosas, a esconderme tras el velo para no volver a mirarme en el anhelo que siento tras volver a rozarnos, un contacto basta para enamorarnos, batalla perdida sin sonetos ni liras suicidas, sin anexos de otras mentiras, sin tí la guerra está extinguida, sin mí... no hay el sentimiento que nos sostenía, no hay una implicación en la melodía, ya no esperamos ni a medianoche, ni a mediodía con aquella alegría de hace tiempo, cuántos momentos... tantos años; muchos días. Nos invadía lo que decidí esconder detrás de las nubes oculto el sol de lo bello de aquellos principios que se extinguían entre mis manos desangrándose... recuerdo como dolían, todavía se me anuda la garganta, mis equivocaciones son pequeñas estacas en nuestros corazones, escondí todos los galones, el platón de lo platónico escondí entre el cielo y los colores, sí, los guarde allí, donde si bajas las luces brillan, muestra los rayos por cada orilla, de los palos todavía hay astillas, no lo puedo evitar eres un ángel que conviertes la mínima distancia en millas, a veces no se si humillas a tu esperanza, así tu alma no avanza, y sabes que felicidad alcanzar aunque no sea nuestra realidad, que sea la adversa, que si me cuesta cantidad es por la reversa de la calidad que nos rodea en la estúpida pelea de la ansiedad, será muy perversa, pero serás feliz y yo no tendré más remedio que irme con la cicatriz. Yo cavé mi tumba perfecta de infeliz, es esa cuesta de comprender que lo que no comparto contigo me resta, que yo... yo no te olvido, siempre te acompaño porque a fín de cuentas... nunca me he ido, que te busco y no te encuento, que abandonaste el cuento porque viste la ocasión del momento, así escondí yo... lo más puro, lo que me parece más frágil, lo que no puedo hacer fuerte aunque es duro, ser suerte y no un ángel de la muerte porque tus sentimientos son puros, me arrepiento de no haber estado a la altura te lo juro.
Y así a veces llora el cielo, se abren agujeros y salen destellos de la mitad que completa un alma. Así hay veces que detrás de las nubes existe lo que imaginé y nunca tuve, mi razón de ser, mi corazón, mi mente, la pizca de dolor estridente, tu sonrisa... tan elocuente, el aire de tu brisa, tu olor, los botones de tu camisa, nuestros besos, nuestras risas, el mar y las cornisas, las frases, las prisas, escondo el ruido del reino que la locura improvisa, me escondo de tí en lo eterno, con mis lágrimas y alguna sonrisa, pasa el tiempo deprisa y desde allí mis sentimientos en una jaula al borde de la repisa, están a salvo para que escales libre sintiendo esa brisa para que sepas que si algún día llegas a la cima te encuentres con todo esto, escala sin prisas, asegura movimientos, y si te encuentras la jaula... ábrela con la llave de tus sentimientos, mi ángel te extraño por momentos, me engaño con lo que no es cierto, losiento sueño muchas veces aún estando tú despierto.