Nuevamente se sentó para escribir. Hubiera querido retroceder el tiempo para cambiar tantas cosas. Quería una nueva edición corregida y aumentada, en la que los personajes cambiaran un poquito algunos incidentes de su historia. No podía. Por más que intentaba darle vueltas a las agujas del reloj no conseguía nada. Había dejado al protagonista en su \"middle age crisis\", recitando su letanía de ojalás... No podía cambiar nada, la historia estaba escrita, y dolía. La única salida era asumir en plenitud ese pasado y tomarlo como punto de partida para continuar la saga.