Ella me miraba por la rendija ,
que separaba nuestras noches ,
y en el amanecer , nos uníamos ,
y el sueño que relátabamos ,
era el mismo .
Así , los días se fueron escribiendo ,
enfilándose hacia el grande ,
el gran momento .
Que nuestros ojos ,
se encontrarían , y nuestras almas ,
se identificarían en total plenitud .
Ambos , sabíamos de ese momento ,
que escrito estaba en nuestros corazones .
Desde aquel día , en que aceptamos
a venir a esta escuela , a seguir
perfeccionando el encuentro y
convivencia con la gente .
El momento , se acercaba ,
y nuestros pensamientos ,
ya unidos caminaban ,
confirmando todo , con este
sentir amoroso ,
que cada día crecía .
Y así , el día pronto verá
su amanecer .
Te sigo besando .