nellycastell

Alguien habló

 

 

Ayer el verbo subió algo intruso y obsoleto

a lo alto de la montana

ahí estaba yo sentada

sin darme cuenta

casi le doy una bofetada

y al hueco lo meto.

Porque hay palabras huecas

que caen al fondo

y en su salida como que nadie le quiere oír.

En el hueco muere

¡en su guarida!

Ayer sentí entre el aire

una falsa jugarreta

de esas que se visten

con doble cara,

para que no le puedas ver

ni la chancleta.

Son muertos en alpargatas

de hilo fino

sin saber dónde esconder

su cruel destino.

Porque son catedráticos

en sus esferas sociales

entre el estierco

de sus propios males.

Porque la maldad es tan cruel

que casi siempre anda descalza,

para que no la escuchen,

porque ella en silencio llega,

toca, lacera y queda

y así no la pueden ver.

Me levanté como siempre

con ganas de escribir,

engalanar la poesía

con ansias de sentir

porque mi vida es muy sana

¡con alegrías, siempre voy a vivir!

¡poco importa que te moleste!

si tú subiste a la montaña,

donde me encontraba yo

¡y antes de subir, me llegó tu peste!

Se abrió como flor celeste tu crítica

¡y lo que querías era un minuto de fama!