Te acercaste a mi vida
Cuando mas lo esperaba,
Impregnaste mi piel
Del deseo de ser
Una dulce tonada
En tu copla querida.
Te ataste como hiedra
A mis cuitas, mis versos,
Y a los bellos momentos
En que te contemplaba
Con ternuras sin cuento,
Como mágica prenda.
Jamás creí poder
Vivir de una ilusión,
La mente gobernaba al corazón,
Y al verte percibí
Un cándido pregón
Y hermosas melodías
Compuestas para mi.
Me bajaste el cielo
Hasta mis montes,
Constantes los reflejos
Desde la luna azul
Inundaron los mares;
Para que no perdiera el derrotero
Apareciste tu en el horizonte.
Pero un profundo abismo
Nos separaba,
Tu luz continuamente
Se apagaba,
Fueron sólo dementes
Deseos de tenerte,
¡Todo fué un espejismo!