Se entregó al fiel engaño del amor,
Al sufrimiento de amar sin la certeza de ser amado,
Con toda su entereza vendió lo que era
Y puso todo a las manos de ella,
Que no hacía más que satisfacer sus más bajos instintos
Para sentirse menos desdichada
Y a su errada ideología creer saciar algo del corazón sediento
De quien ya no es, de quien se dio completo a ella.
Y en la lucha de ego y entrega
Él no entregó lo suficiente y ella no se quedó con todo,
Cedieron a formar parte de una historia de muerte
Que bien borra los añicos de amor que se escribieron.
Una enfermedad más se enlistó junto al amor
En el camino que llevaba a la muerte,
Esa que solo forma parte del drama,
Porque para ella la cura tomaba formas de hombres
Y para él la cura se llamaba igualmente muerte.
Bárbara Barrientos