jesusvazquezpoesia

La mariposa

 

Va en contra de mi recato al aceptarlo,

y no obstante, falta no hace que dios me lo demande:

para que tu y yo aprendamos a amarnos y a no dudarlo;

Tal rabia en lo corazones, que infamia inane.

 

Espera a que la luna se alce,

apuesto que tus ocelos se arden

cuando vedes que son reales tus pesares.

 

*

Y lo mismo que una larva,

haz de tragarte de una roza

el orgullo, la beldad y la belleza,

su divinidad, finura y delicadeza.

 

*

Querida, yo quiero ver que hay un cielo azul

aunque mis ojos lo vean atraves de un tul,

y solo vil una luz;

Asi sé que me llamas tu.

 

Al perfumar la flor azul

y difuminar a lo que llamas tu

un escultural abedul.