Antonio Gonzalez Lara

Y tu, eres aire.

 

El suelo cuenta las pisadas
un árbol por las tardes
cuenta sus leyendas
el mundo se piensa a si mismo
la conciencia pierde su peso
y tu apareces en el mas inoportuno
de los bostezos.

Las entrañas reflexivas paren versos
un trovador nos cuenta noches de encuentros
y te conviertes en el resonar de los arpegios
que se disfrazan de viento.

Las piedras se tropiezan con nosotros
en los caminos, el viejo sabio nos advierte
de los malos y buenos vicios
el poeta en su esquina recita
y tu entre versos cobras vida
con cada suspirar para poder recitar.

La pareja que se encuentra
furtivamente en la noche
nos describe la pasión
con cada uno de sus besos
y reapareces en el respirar para besar
para tomar otra aventurada bocanada de aire
y poder besar aun mas.

El silencio susurra tu nombre a destiempo
en una intervención del suspiro noctambulo
acompañado de tu recuerdo.

La búsqueda de tu presencia
conduce a corrientes vertiginosas
porque te vas y luego vuelves
en tan solo instantes
y tu siempre seguirás siendo aire.