No paro de mirarlo y me extasío,
intento darle vuelta a cada instante,
suspiro cual suspira algún amante
que llega a producir escalofrío
en acto delirante.
Y así una y otra vez rozo su piel
recorriendo mis dedos su textura,
descubriendo en el borde una ranura,
los surcos que rezuman de su miel
en trazos de pintura.
El olor que desprende. La ternura
que ahonda estas mis ansias, que respira
salpicados de amor, pena y de ira
renglones que sangran de tinta impura
penados a la pira.
¿Cómo puedo yo huir de esta locura
el climax que produce el acto aquel?
¡Que no desaparezca el anaquel
no quiero soportar esta tortura
¡oh, libro de papel!
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com/