¿Quién ahuyentó los pájaros del huerto
que volaron si rumbo ni destino
y aquí, jamás han vuelto?
¿Quién secó los ramajes de las parras
hiriendo mis raíces
como topo minando en las entrañas?
¿Quién sustrajo las aguas de mi fuente?
¡Quién? No tengo respuesta,
sólo sé que mi mente
las desgracias no acepta;
y menos que me digan
que por Dios Creador, vienen impuestas.
No acepto que el dolor me desmorone
y la vida me robe
y me oville en la silla
y qué, como un inválido,
me arrincone sin puertas ni salida,
como barco averiado
en un perdido puerto.
Necesito tu Sol,
necesito tu Amor,
necesito tu Aliento
para borrar la sombra del tejado
y el concepto funesto
del maldito cangrejo destructor
que se ensaña en mi huerto.
Cecilio Navarro 10/12/2015
De \"El huerto de mis versos\"