Déjate llevar.
Déjate llevar
por mis brazos tibios,
por mis manos locas,
por mi boca.
Déjate llevar
por mis palabras a tu oído,
insinuantes, susurrantes
que provocan.
Déjate llevar
a un vuelo libre
sin jaula ni cadenas,
lleno de ternura
y de besos.
Déjate llevar
al medio del océano
del sudor de nuestros cuerpos,
sin afán
del regreso.
Déjate llevar
a donde se acaba el pensamiento
y la pasión vence al temor.
Donde no existen las miradas
que nos pueden delatar.
Déjame probarte
que existe ese lugar.
Sé que te gustará
y mañana querrás volver,
pero hoy déjate llevar.