A la mañana aparece el rostro de la vejez y de la muerte,
y labrado por el miedo huyo hacia los puntos cardinales
que mi memoria me ofrece,
y siento que la vida ya no es más larga con su luz y sus estrellas,
y mucho menos una página en la que todavía hay que escribir.
Así veo hermosos adolescentes cercanos a toda forma que da el placer,
prisioneros de la paz y amantes del movimiento inútil.
La vejez, que puede ser también prisión, es la culpa de llevar
en el cuerpo músculos que no responden;
se deberá \"vigilar y castigar\" (1) a quien pretenda sonreír
al que sea más joven, porque el viejo \"se parece a su crimen
aún antes de que lo haya cometido.\" (2)
(1) y (2) cita caprichosa de conceptos de Michel Foucault
G.C.
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