Marcos Arismendi

A mi Buenos Aires, querida

Buenos Aires, querida

intranquila y misteriosa, 

cálida, bondadosa

impredecible, cariñosa.

 

Tus enormes avenidas,

bellos atardeceres

El universo desde un parque 

se desnuda ante tus ojos.

 

Apacible paraíso,

trágico infierno,

tu manera de vivirla

oportunidad de la vida.

 

Te invito a conocerla

a adorarla y quererla,

a odiarla, a extrañarla,

a vivir en ella.