“Su desdicha no te asombre, . . . ¿por qué se pinta ese hombre?”
Maquillaje paso a paso
transformándose en payaso
ser humano, cara oculta,
en pos de la gracia culta.
¿Por qué se pinta la faz?,
¿por la existencia sin paz?,
¿hay que cubrir la tristeza?,
¿la risa inyecta entereza?
He visto al artista herido
de ese mal que es consabido
que anda dentro, no por fuera,
¡la infelicidad . . . lacera!
¿Un clon quita la desgracia
con sus gestos y acrobacia?,
¿nos retrasa la agonía
con talento y su alegría?
¡Qué se embadurne la cara!
de tinta que es mascarada
en el circo de la vida
que no habrá quien se lo impida.
Saltimbanqui de las penas
que quitas propias y ajenas,
arlequín, polichinela,
con tu actuación deja escuela.
Mimo, caricia, cariño,
que le das la paz a un niño
se bufón de la ternura
con comicidad de altura.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 15 de enero del 2013
Dedicado al Sr. Felipe Reséndiz López “Bolín”
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