La idea de enamorarme
aborda mi tiempo y espacio,
envolverme en un cortejo sutil
que me seduzca a diario,
tener en la boca un beso
y entre los brazos un cuerpo,
la idea de reavivar el deseo
en mi cuerpo esta avanzada,
en el temblor de mi cintura
el atavismo a otra cintura,
se me adentra en la mente la idea
de perder en la cama la cordura
en besos intensos y en el íntimo
deseo de que seas mi amante
por esta sola noche,
la intención de enamorarte
se gesta antes de amarte.
Enamorados sí, en un sólo beso,
el único e inolvidable, ardiente,
lleno de fuego perdurable
en el que quede preso
desde el momento mismo
de enamorarme.
La idea de amarte
no es sólo falacia,
es certidumbre en el amor
es buscar una noche plena
en que amé desligando el dolor
y el egoísmo de estar sólo
sumido en la desesperanza.