Veo a las familias con vestido nuevo
van al rezado de San Sebastián,
de colores se viste el cielo
y suenan los cohetillos
a la señal del sacristán.
Luego de rezar
con gran devoción
grandes y chicos
tendrán diversión.
Al futillo y la lotería jugarán
y en el caballito del carrusel montarán.
No faltará la conserva de coco,
nuégados y buñuelos
y algún elote loco.
Con sus silbatos de barro
la fiesta amenizarán
y llenarán sus bolsillos
con canicas y anicillos.