Mi espíritu caído y este mi biorritmo, destruido
En este andar de pie izquierdo de estaciones equivocadas
Tu camisa estrujada solo roída por el infame recuerdo
Citas canceladas por error o mala suerte de pie derecho.
Toxinas escleróticas de pulmones que odian respirar
Presencia otoñal reiterada de un pasado que me agrieta
Restriego de esas cartas frías que son rompecabezas
Usureros presionando hipotecándome los sueños
Náufrago corazón que en el escombro de una playa
Recoge del sol castigo y baños de muertas miradas
Carcajadas con dos copas de más, pasar de la risa al llanto
Lengua mordida para no gritar el veneno de lo que yo extraño
Baladas nostálgicas y mudas, orquesta de soledades
Flores para la despedida de estos huesos carcomidos
Colección de cabos consumidos rebosan el cenicero
Juro que odio este afanado poema, de mierdas y entierros.