Húndete en el hastío
Que tengo de esta necesidad de mirarte,
Húndete sin pensarlo
Quita ya tus manos del borde
Que te sostiene en el centro de mi pecho.
Anda, déjate de dudas,
Que de las dudas
Se forma el resbaladero
Que te impulsará en esta espiral que siento
Y que al final te devuelve a mí.
Bárbara Barrientos