Dime pues,
amor mío, tierno mío.
que tengo que hacer
para olvidarte
para borrar de mis recuerdos
tus caricias
para enjugar
con el llanto mi quebranto.
Fueron tantos los sueños
que vivimos
y tantas las noches
que sentimos
que la luna era de miel
y de durazno
y nos comimos
el queso de sus máculas.
Tantos los momentos
que alimentan
está vida en el recuerdo
de su yugo
al beber las almas
en su jugo
con la entrega
y la delicia en incremento.
Dime pues,
como hacer para olvidarte,
tú lo haces,
no es secreto tu ausencia
voy viviendo
en el recuerdo de no darte
el olvido que pediste
aquella tarde.
Dime pues,
como hacer para olvidarte
para desteñir
de mi alma tu tatuaje
aquel que con sangre
dibujaste
ese que con indiferencia
sombreaste.