angelillo201

Estoy sin cambio.

 

El cambio está pasando,

Por el ojo de una aguja,

A un futuro sin dientes,

Donde los perros en celo,

Rondan por la basura,

Con la protesta por el hueso:

Se están  mordiendo.

Por Dios, por Dios, por Dios.

Mientras el gran coro de gorriones,

Anuncian chillones el cambio desde las esferas.

En los bajos tejados.

Se estiran las raspas de los huesos,

Sobre pañuelos blancos,

Por cada mano cortada,

Que ata la sangre.

Y un termómetro de mercurio,

En la boca de un cadáver que delira,

De rabia en una esquina.

Anuncian los gorriones que luchan por conquistar el cielo,

Que no podremos quejarnos,

Cuando pase el cambio por el ojo del Sol.

Y tendremos que odiarnos,

Con el lenguaje de los perros,

Y servir con el mugido de la vaca,

Dentro de una cabeza amordazada,

Orbitando alrededor de una navaja.

Y los hombres sin hígado ni memoria,

Saldrán de las alcantarillas para huir de la tierra,

Por no sentir el jugo del dolor.

Y aquellos que no cambien de cabeza,

Serán taladrados

Dentro de un erizo,

Que habita un profundo cementerio.

 

Angelillo de Uixó.