He de morir sin verte,
solitaria en transición;
en la frialdad de la suerte
que se lleva las cutículas
las que te entregué
en la ventana de mis versos.
No habrá tiempo
para tenernos uno al otro,
se vaciará tu pecho
de las querencias entregadas
y se llenarán tus pupilas
de las caricias anheladas
aquellas que nunca
mis sueños recibieron,
los que en sin tus roces
en la soledad se durmieron.
He de llevarme tu imagen
a mi fosa
he de partir primero,
aún sin verte
no has de llorar mi ausencia,
ya era tuya
no has de añorar los besos
guardados se quedaron.
La nostalgia rondará
el espacio en las horas,
y estaré en cada habitáculo
de la añoranza que inunda,
pero tu piel enardecida
se cubrirá de gozo
en memoria de tantas alegrías
que sin duda ayer tuvimos.