Hace muchas lunas
que no veo tu sonrisa,
el invierno
ha congelado tu recuerdo,
los fuertes vientos
se han llevado tu aroma,
¡cuántas auroras añorándote en silencio!
Y quizás me hayas olvidado
y no exista memoria de nuestros encuentros,
de cómo mis versos
encendían tu lujuria,
y mi piel
ahogaba tu deseo,
quizás
aún me piensas
como yo
aún te espero en mi lecho... ©