Renuncio a vivir más y aquí lo anuncio,
y renuncio a la vida aunque me duela,
a lucir en mi ojal la escarapela
y a todo lo que soy, yo aquí renuncio.
Renuncio a lo que un día hubiera sido
o lo que quise ser y no he logrado,
a dios, la penitencia y al pecado,
lo mucho deseé y no he conseguido.
Renuncio hasta al consuelo, la esperanza,
y hasta a hacer de la vida un santuario
las loas y oropeles, calendario,
dejo a un lado al amor en esta danza.
Y lo hago en son de paz serenamente
cual vela que el pabilo se ha apagado,
el pez que en su líquido se ha ahogado,
que pena el recorrido el penitente.
Y amén de claudicar también denuncio
que no supe hacer uso de la espuela,
ni siquiera labrarme con la azuela
maldiciendo, ni sé lo que pronuncio.
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com/