Tu alma se encontrará sola, cautiva de los
negros pensamientos de la gris piedra tumbal;
ninguna persona te inquietará en tus horas de
recogimiento.
Quédate silenciosa en esa soledad
—porque los espíritus de los muertos
que existieron antes que tú en la vida,
te alcanzarán y te rodearán en la muerte,
y la sombra proyectada sobre tu cara obedecerá
a su voluntad; por lo tanto, déjate llevar.