Te recogeré en la vera de tu sufrir. En brazos te llevaré conmigo hasta el lugar seguro para curar tu corazón herido.
Permíteme ser consuelo en tu dolor intenso. Tu descanso, tu quieto remanso.
Recuéstate en mi pecho. Será tu suave almohada, tu cálido lecho y pañuelo fino dispuesto a recoger tus lágrimas con tino.
Mi voz, permite que sea mi voz un suave susurro en tus oídos: “todo pasará” “no estás sola, cuentas conmigo”
Que el calor de mi cuerpo abrigue el tuyo, alejando el frío intenso de la soledad que sientes.
Deja que bese tu frente de nácar mientras ordeno tus cabellos. Acompañarte quiero en tus desvelos.
Seré guerrero aguerrido que te defenderá en tus sueños, alejando los fantasmas, los demonios sean grandes o pequeños.
Entiendo, sufro, comparto tu pena, tu tristeza será la misma que poco a poco se convertirá en tu fortaleza.
Déjame ser silencio comprensivo que envuelve tu ser inerme, pasivo.
Recogeré paciente tus lamentos, tus desilusiones, tus gritos de tormento, tus desengaños. Los llevaré conmigo y los quemaré uno a uno, en la hoguera del olvido.
Sufre, llora, desahógate conmigo, no te avergüences por ningún motivo. Seré tu confidente, tu consuelo, tu mejor amigo.