… Y en la noche, sufrir de soledad aprendida, el precio de las palabras dichas por mi boca a pesar de saber que la verdad iba a doler y más si esta, fue algo que nunca se dijo a tiempo …
syglesias
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Debo decirte, Adiós:
Debo decirte adiós, pero al verte esta mañana despertar diferente en verdad no sé, como empezar, las despedidas suelen deprimir a quien pretende marcharse del hogar, pero hay momentos en la vida que deben tomarse ciertas decisiones por difíciles que estas parezcan, ser, que suelen hacer doler al corazón, reflejando así uno no quiera, frente al otro, tristeza para tus ojos…
Debo decirte adiós, pero la disyuntiva, no son ideas si las palabras están ahí a la espera en la mente, el problema es el orden que debo darle, para que el dolor por la ausencia del día, después, no sea tan fuerte para ti, despertando, no viéndome más amanecer a tu lado en la cama y con lágrimas en los ojos, comprendas que la soledad ha llegado para tu vida, no teniendo quien con un beso te diga al oído, te amo…
Debo decirte adiós, sin nunca Tú poder imaginar, cuán difícil es mirarte aun sintiendo algo de amor a pesar que la herida crujiendo, sangre, sin saber a dónde ir, al perderse por un instante mi razón por existencia dentro del espacio de tiempo, pareciendo que las manecillas del reloj sufrido del cuarto se han detenido, testigo mudo de nuestro padecer de silencio, como pretendiendo, quizás por misericordia, otorgarnos minutos extras de lapso, para una imposible reconciliación en esta corta y triste historia de amor.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 14/12/2015 08:10 AM.