Cuando el alma se agota
de buscarse en la belleza,
¿Dónde encontrará ésta su salvación...
sino en la propia naturaleza humana,
entre nubes de algodón...
y lágrimas aterciopeladas...?
y los acantilados...
se derramarán por siempre...
en arpégios de color
y luces acristaladas,
mientras y un nuevo poniente inmaculado
de rayo y arena blanca...
se diluye muy despacio,
entre mares de acuarela...
zaheridos de esperanza.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.