Mientras dormías quise inspirarme,
escribir bajo la cortina nocturna
de un cielo extendido en la inmortalidad,
en los lunares estrellados de la noche,
escribir pensamientos que entretejen emociones
que despierten en tu arrullo mi bella durmiente.
El frío espesor anidaba en mi piel
como el miedo habita en la huída del fugitivo,
aun si mis manos temblaban,
la imaginación gritaba poesía,
en mis letras llevo tu nombre,
en la luna miro tus ojos cristalinos
y en las gotas de rocío acaricio tu piel.
El insomnio ya no es insomnio, es inspiración,
puedo herir las hojas blancas como la nieve
con la tinta oscura de las nubes negras,
para escribirte, sentirte, enamorarte,
puedo asentar rosas aunque parezcan ausentes,
aun si la primavera yace fundida en el verano.
Mientras dormías quise habitar en sus sueños
abrigarte en tu largo soñar con el manto de la noche,
sueña conmigo y soñaré contigo,
abrigaré mi suspiro con el silbido del aire
para colgarlo en tu ventana
y cantar tu melodía de ensueño,
quiero inspirarme aun mientras duermes.