Ya germinan las semillas de la maldad
en la tierra fértil,
regadas con sangre y lágrimas
cultivadas con la ignorancia
Su cosecha nuestro fin
pues hay que volver a labrar
y a sembrar semillas de amor y de paz
Para eso en nuestros corazones hemos de buscar
las semillas de la paz con rayos de esperanza
esa cosecha llamada libertad