Oh mi ser angelical, mi amada
Hoy tus alas se han quebrado
Pero no tus esperanzas
De cumplir tu mandato
Por lo que has elegido la entrega
Viniendo a este mundo ingrato
La gente buena como tú, sufren
De la maldad los embates
seres muy frágiles parecen
Pero una gran fortaleza exponen
Llenando de amor y paz las almas
De los que su vida comparten
Una estela de serenidad irradian
Cuando dulcemente nos hablan
Sus manos dan calor, tranquilizando
Nuestras angustias vanas
Hoy a pesar de todo los desaires
Del mundo caótico y perdido
Aun con tus rotas alas intentas
Luchar por nosotros con ahínco
Nos vienes a traer bienaventuranzas
¡Gracias Dios! por tenerte conmigo.