Esta noche el viento sopla fuerte dentro de nuestras almas, agitando las sustancias que dominan nuestras mentes, tocando la cordura de nuestros huesos, mirándonos el uno al otro, siendo estas miradas que hablan, siendo suspiros que muerden con calma nuestros oídos y susurran a nuestras espaldas que no existen obstáculos para apartar nuestros nombres de la mente.
Haciendo de nosotros un espectáculo fascinante durante la obscuridad que se agita mientras las horas transcurren, razonando de una manera tan tempestuosa, mostrando un horizonte tan hermoso, hermoso, como la inocencia de un primer amor.
Puedo imaginarte en toda una vida, incluso si pensabas que el amor no puede durar más de un año, pero me das esas alas para volar, alterando los colores que observo, creando olas de un mar vivo, descomponiendo y componiendo mi mente, tu alma.
Quedándote en mi pensamiento a todas horas, tomados de la mano entre sueños besándonos en una realidad infinita.