Mil besos en mis besos se acaban
Y en pétalos ajenos ponen las semillas
Que en primavera surgen con el color de mi boca.
La textura de tu piel y el perfume de tus caricias.
Y el sol desbordante que me quema la piel
También cauteriza las heridas
Porque incinera cada sentimiento de mi ser
Y en verano ya frescos me devuelven la vida.
Aquella que como toda pasión florece de espinas
Que se clavan en mi corazón robando energía
Y que lo hacen marchitar al carecer de tu voz
Como los bosques en otoño carecen de vida.
En el ardor de los tiempos divididos en días
Se enciende la llama que arranca los fríos
De aquellos inviernos ausentes de mí
Que recorre el interior de mi cuerpo
y me rompe al sonar de tus besos.
Bárbara Barrientos