RODRIGUEZ NUEZ

Un tercio de luna

un cacho de luz nos alumbraba aquella tarde noche,

era un tercio de la luna,

que como una rebanada de sandia cristalina y luminosa,

tomo el papel de una artesana en mi pecho

y fraguo palabras de mi, para ti, mientras la observábamos

inmovil esquiando las nubes que pasaban ligeras intentándola

acariciar con sus pañuelos blancos,

me gusta la serenidad de tu rostro

y como me devoras los labios

cuando rozo los tuyos y te doy besos sabor tabaco,

aquella tarde pusimos en sincronía nuestros corazones

y eramos un solo latido, una sola palpitación,

al ritmo del tiempo latíamos los dos, uno en el otro y otro en el uno,

¡mi bella!

dulce y pequeña eres como la luz de un astro lejano,

que deja su estela de fuego en mi ser,

cuando nos alejamos y cada quien se va por su lado.