Alejandro Montes

Partir

 



Si en la nocturnidad de las once, oyeras…

palabras que inquieten tus pensamientos…    no llores.

...

Es el camino largo y amplio que se adentra al horizonte

que se ha de llevar mis pasos a un destino infinito, y no desespero.

 

Y se apilan en mi mente los nombres de una y mil gentes,

sal y aliento, café y trasnochadas, son ya en otrora un aroma prevalente.

Palabras se retienen en mis ganas por decirlas

más el tiempo ya ha expirado en mi y he salido a buscarla...  

al interior de la eternidad.

 

Ya no tengo nada que me vincule a la limitada esfera de aquella hora terrenal,

ni tengo la inquietud para proponerle al tiempo

que deseo pensar en este momento y dejar pasar ya la mortalidad…,        así, de corrido,      

    ...como quien observa partir, un largo beso en despedida.

 

El espacio de la vida ha trascendido en mi y he llegado al éxtasis

de las primeras noches sin las restricciones de la humana imperfección,

Y pese a no experimentar ya la dolente afirmación de una mortal presencia,

tengo un sentimiento que perturba mi tranquilidad de un etéreo pensamiento :

Mis padres.

 

Estos pasos que doy, desde que me desprendí de la física existencia

significan el inicio de una larga e interminable ausencia a la luz

de mi habitación pensante, que seguro aún me ha de aguardar,

pacientemente,     ….pues no llegué a despedirme de él.

 

Mas,...  va avanzado el camino. Y se desprenden alientos de amor a cada paso.

El sendero que ora sube y ora baja entre detalles inexplicables

no deja de recordarme a Dios en su inmensa magnitud.

He de sentarme al borde de este camino celestial en algún momento,

y aguardaré pacientemente la llegada de vos.

 

...

El camino largo y amplio que se adentra al horizonte

ha de llevar mis pasos a un destino infinito, y ya no desespero.



Alejandro Montes