¡ Saltad, soñad, reíd, gozad... !
pues una nueva... e inextingible primavera
llamará... por siempre a vuestra puerta,
y los crepúsculos de arena entristecida,
se disolverán... muy lentamente...
entre iluminados témpanos de arena,
el ardoroso labio de la noche
besó la boca que se enreda,
melancólicamente seducido...
preso... y tiernamente enamorado...
por el invierno acariciado en su zozobra,
y un mar... de blanca y espesa niebla,
en su recuerdo deshojada...
deslució... las amapolas enamoradas
de tu inmaculada y tersa albura,
¡ Cantad, bebed, soñad... !
que una nueva primavera nos espera
en la otra cara de la luna,
donde brillan por siempre las estrellas
más allá del eco enardecido...
que se enreda... despacio con la aurora.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.