Raquelinamor

CAMINO DEL CAMPOSANTO

SONETO I


En silencio mis pasos van viendo del campo lo santo,
y un aposento danzando sobre los hombros cansados,
los pensamientos están saludando muertos olvidados,
entonces, imagino el último de mi estancia y ¡canto!

 

Y cuando pasajera sea, y en caja de un madero, ¡rea!
encontrando al paso esos amigos de mis mocedades,
al lado caminará valiente este espíritu de vanidades,
reiré al ingrato y curioso que al pasar mi cuerpo vea.

 

Ese día funesto, finaliza recorrido viaje en mi camino,
y abrazaré infeliz a nietos, hijos, parientes y amigos,
inevitable es llegar al camposanto sagrado del destino.

 

Allá esperarán hermanos que antes se han marchado,
hasta la temida y desconocida eternidad de recuerdos,
y en horas pacientes mueren tantas flores del pasado.

 

SONETO II


Y... hombres carentes de afectos, sollozan solitarios,
encerrados entre paredes negándose a los placeres,
preparan camino al camposanto en sus quehaceres,
tropezando con sombras vivas, otros seres solidarios.

 

Hay amigos invisibles que son vivientes en mi alma,
serán futuros compañeros que disfrutarán lo eterno,
del viejo e insólito universo, no apetecido  y externo,
sin remedio y ya entristecidos, esperamos en calma.

 

Azarosa faena este diario compartir entre pantallas,
amigos light, de virtuales mundos de ansiados likes,
vecinos de muros comentando tu vida, de murallas.

 

Aman, padecen contigo, enloquecen los espaciales,
fantasmas son y permanecen tibios amigos del alma,
y en ausencias sentimos, que son amores especiales.

 

SONETO III


Y... Vendrán los amigos asomados que comentarán:
Pobrecita...¡Tan buena que era! muertos eso somos,
¿Cuanto extrañaremos a su lado buenos momentos?
y camino hacia el camposanto a todos desconciertan.

 

Y la presencia de alguien serio, con gafas taciturno,
visiblemente conmovido, a la despedida ha llegado,
tal vez... alguna vez, de la mujer estuvo enamorado,
es un cóndor negro, el inesperado doliente de turno.

 

¿Y cuantos lamentos se oirán por aquestes lugares?
dejados en inmensidad, de adestes espacios virtuales,
donde cafecitos y caritas felices, apetecibles manjares.

 

¿Amigos reales? siempre habrán de carne y huesos,
que afortunadamente harán a la muerte contrapeso,
y aunque ocupados... ¡siempre rezaran en el deceso!

 

Por el eterno descanso de algún muerto...

raquelinamor
Derechos reservados de autor
Valencia/Venezuela 12/2015