La barcarola del campesino trasplantado
No nació marino; pero navegó en un gran mar de aguas,
infinitas,suaves, turbulentas, cristalinas, eternas,
más grande que la suma de los océanos,
- sin playas...
Con remansos, cascadas llenas de luces,
turbiedades, desencuentros, aluviones
- remolinos...
Fue la vida su mar...barcarola única simple
melodiosa y solitaria adherida a otras voces,
que surcaron y navegan las aguas claras, sin dobles orillas.
Canción de cuna dura y fuerte, vida de campo y pueblo
- nada era suave terciopelo,
ni caricia de voz de luna.
¡Necesidad de madurar anticipándose a los tiempos!
¡Prepararse siempre, ánimo dispuesto, siempre alerta...!
Sin saber remar, arriesgarse a remar en ese mar inmenso,
con aguas que nunca se dominan,
sólo se aprende a flotar en ellas...
Las corrientes te llevan y te ayudan
a sobrevivir cuando tu vuelas.
Así se permanece y se genera la canción de esa barca
- marinero del mundo, cantando tu propia barcarola,
aquella que aprendiste contemplando las aguas
de tu río de antaño.
Le fuiste agregando melodías únicas
- las tuyas...
Las que se iniciaron compartiendo soledades
con la luna espejo
- esa que fue confidente con su rostro de plata.
Ella siempre estuvo a tu lado, fraccionada o entera
permitiendo reflejar en ella tu nido a diario.
Conversar con los tuyos,
como mensajera de amores paternos.
Palabras de aliento, desafiando las olas
- de mares violentos
alumbrando caminos con luz y silencios.
Remansos tranquilos alimentando salidas,
de laberintos surgidos, dificultando tu tránsito.
Barcarola tan llena de voces entregándote apoyos
para remar en aguas difíciles...extrañas
- barcarola del alma profunda ...sincera.
Melodía simple que llega en la brisa que que acompaña,
los momentos únicos, solitarios
- leyendo las aguas del río lejano...del río de antaño.