No es el beso que envuelve,
tampoco es el beso apasionado,
no, no es el de ternura contenida,
ni el que parece que al cielo nos lleva,
¡es el que mata!
ese que perturba al recuerdo,
el que a veces duele,
el que a veces se añora,
el que siempre está ausente,
aquel que maldecimos con rabia,
ese...
es el que se queda en el alma.
SALO.
Imagen: El beso Azul de Maria Amaral.